Los pensamientos de una rana de pueblo, robados de su cuaderno Moleskine.

Paginas de mi Moleskine

31 octubre 2006

Ironías.

Ayer un buen amigo, al que vi mohíno, me contó que acababa de firmar su divorcio. Animo. No es una puerta cerrada, sino una ventana abierta.

Ayer, unos buenos amigos, me invitaron a su boda. Me emocioné. Mucho.

Y me hizo pensar, a parte de esta manía mía de parafrasear a MariaTeresaFernandezDeLaVega (que mona va esta chica siempre) de que España es hoy un país mucho mejor y tralará, en la cantidad de casamientos y divorcios que hay ahora, y en cómo son la composición de los hogares hoy por hoy.

Unos datillos extraidos del AIMC Marcas (libro de las citas numéricas marketinianas), dice que en Madrid, respecto a el resto de la población en España, y hablando siempre de hogares (dícese de hogar como una casa con personas dentro, sin entrar a valorar si se llevan a matar o si se quieren y esas cosas), que hay, entre jóvenes adultos+adultos independientes y retirados, un total de 19% de hogares, vs 22% en el resto del país, pero si miramos los hijos adultos que aún viven con sus padres, encontramos que en España la media es un 3'4% frente a un 21'8%. Sin duda, revelador.

30 octubre 2006

De la importancia de la Consistencia... o cómo está el servicio

Este fin de semana, que ha sido supercultural y muy audiovisual (ya iré contando...), me he (vuelto) a dar cuenta de la importancia de la consistencia en el servicio que tiene una marca. Es terrible, desde el punto de vista de marketing, que una marca se comunique con sus usuarios, a.k.a. clientes, de una manera diferente y asintótica en sus múltiples facetas.

Léase, por ejemplo, un McDonalds: no espero que el chico que me atienda sea hipersimpático y megaservicial, que la comida me siente bien y salga de buen humor. Pues no. Y cuando pasa, pues oye, que qué bien que sale uno (sales con más de lo que esperabas percibir).

Esto es bueno. Pero, ¿qué pasa en el caso contrario? Tomemos, por ejemplo, Olsen, restaurante sueco de la villa y corte. Está detrás del Urban, al lado del Palace, tienen brunch, son como modernos y con aspecto de Ikea, pero en bueno. Cualquiera de nosotros pensamos que la comida y el servicio estarán a la altura de lo que esperamos percibir. Normalmente, tengo la pagina de Metrópoli y de La Netro entre mis favoritos. y suelo consultar los restaurantes antes de ir. En Metrópoli te informan, mas o menos, de qué y cómo es el restaurante. Pero en La Netro te crean una especie de guaueffect, fruto del logotipito TOP de la derecha, de la crítica de Anna (que, ahora sin duda, creo fervientemente que es una de las dueñas...) y tal y pascual.

Resumen de la experiencia: una porquería. ¿La comida? Pues no. La comida no estaba mala del todo... pero... el servicio... ¡Cómo está el servicio! Malo, malo, malo. No voy a explicar que nos sirivieron los platos a destiempo, que estaban de mala leche con el mundo y nosotros parecíamos su punching ball, que ... bueno... que no voy a volver y que no recomiendo este restaurante. Y esta vez no es la primera, sino la segunda vez que voy a este sitio y salgo con el mismo comentario en mi boca: mierda de camareros, joeya!

Podemos hablar del efecto mariposa en marketing, si quieres: un mal trato del dueño (digo yo...) a los camareros hace que se genere una mala experiencia, que se transforma en un cliente cabreado, que se evoluciona en una mala crítica y mal boca-boca para el restaurante, que finaliza con que ya no valoro tan positivamente a una página web que lo pone en un top y le hace una buena crítica.

Buena semana!

27 octubre 2006

Brand Experience... Lo Mas!!

Ayer me fui, cliente mediante, a la presentación de la revista View of the Time. Que es una especie de revista de moda en la que salen mujeres atrezadas de los 70, pero enganchadas a drogas de los 90. Como muy total todo. Mucha mirada perdida, eyeliner hasta hacer ojera, ropa del 123respondaotravez, pero cosida ayer y agarrada a un bolso de unos 6.500$, aprox.

La presentación era en la tienda de L.Vuitton. Remoderno todo. Lleno de modernasdemierda (digo yo que de la revista), clientes y otros. En otros estaban, por ejemplo, Bimba Bosé (¿se confirma que es un hombre o no, finalmente?), David Delfín (¿se confirma que son hermanos siameses o no, finalmente?) y Verónica Sánchez con un niño al estilo sbaraglia que hacían los dos como una pareja muy mona, oye.

Yo iba con un poco de susto por (1) ¿iré bien vestido, uderdressed u overdressed? (2) ¿me encontraré a algun ex-amigo/enemigo del mundo del fashioneo? Mis preguntas encontraron resupuesta a (1) vengavalebien, y (2) no había nadie que me molestara, y sí algun encuentro de un viejos conocidos. Aún así algun compi del gym y caras que me suenan -qué pequeño es el centro de Madrid, así, como concepto.

Respecto a la fiesta, creo que este tipo de asociaciones de tradición y remodernidad son buenos. Mezclar es positivo porque genera cosas nuevas. Apreciaciones e impresiones nuevas y diferentes respecto de una marca. En mitad de la noche fijé mi vista en una modernademierda que empinaba el codo y le hacía ojitos a alguiendesexoindefinido, escena freak con un background de unos zapatos impresionantes de LV, que la paga extra del padre de los susodichos no cubriría ni parte del tacón. Esa foto vale dinero... y ese experimento le insufla, de alguna manera, nueva vida a una marca. Y sí es bueno, en este caso, aplicarse HS antes de que llegue la caspa. Ea! Feliz finde :)

PD. Sí. Bebí cava más de la cuenta y sí, tengo espesa la cabeza...

26 octubre 2006

Lagrimas Negras... en las patas de gallo

Siempre me fascinó el Hotel Puerta América. Mucho antes de que se terminara de construir. Siempre que volvía del aeropuerto, me fijaba concienzudamente en la típica valla que ilustraba lo que sería el edificio: donde hoy hay un tejadillo, y que es capirote del ascensor, se localizaba la Corona de Rayos de la Estatua de la Libertad. Y el color del edificio, en vez de esos rojos y azules, reinaba el verdin de lo que sea que esté hecho esa señora. Fascinante. Kitsch es poco. Incluso nada, diría yo.

Y derepente, va gallardón y zás, se da cuenta, digo yo, que en Madrid no había nada de Diseño asi a lo bestia, tipo Valencia... O Barcelona... O Bilbao... Y pensaría un mira, mira, este hotelito le vamos a dar otro aire.

Desde entonces, tenía ganas de ir. Quería dormir en las habitaciones de Zaha Hadid, tomarme una copa en el bar de Cristian Lagre y pasearme entre los Ron Arad, Norman Foster, David Chipperfield, Arata Isozaki, Jean Nouvel... Cómo era posible que Lo Peor se conviertiera, de la noche a la mañana, en una especie de libro del VIPS signed by Taschen y un título como "Arqutectura Moderna Unida Jamás será Vencida".

Finalmente, me las ingenié para cenar con cierto amigo en el Lágrimas Negras.

Y solo puedo decir que, como las mujeres guapas que no se cuidan, ¡¡Como ha envejecido ese hotel!! Sillas sucias, zonas mal iluminadas, falta de glamour, poco servicio, incomodidad... que pena, que tristeza.

El restaurante, bueno... había que ir; pero totalmente prescindible de la lista de mis Muy Recomendados. Y el rejón fue de impresión: 60 euracos por cabeza, sin vino. Al menos, la conversación fue, sin duda, tan interesante como reveladora.

22 octubre 2006

Valores que van y vienen: las marcas y sus portavoces

(un poquito de spoiler de The Black Dhalia, btw)
En un mundo donde cada vez es más dificil comunicar valores, se recurre no pocas veces a que una persona-personaje se encargue de representar a tu marca/producto: el portavoz.
En un mundo donde cada vez es más perjudicial para tu carrera que te encasillen, los famosos dedicados al showbusiness (lease actores, presentadores, modelos y la aspiración de los mismos: las misses de este mundo) no pocas veces recurren al trabajo de convertirse en representantes de una marca/producto: yo soy ella.
Y en estas estaba, supongo yo, Hilary Swank cuando decidió representar Insolence de Guerlain. Digo yo que esta muchacha, al buscarse en la IMDB y ver su trayectoria, de karate girl, a transexual y después boxeadora mutilada, (y DOS oscars DOS, shityourself little parrot) pensó que igual la estaban encasillando en papeles demasiado duros. Una de las razones que seguro pesaron en el hecho de aceptar representar a un perfume francés: dulce, femenino, sensual... y que además va y se llama Insolence. Ea! Y que claro, seguimos con nuestra carrerita de actriz, pero intentemos encontrar ese papelito igual de "rompedor": algo femenino, delicado y de altura. Y entonces rodamos "The Black Dhalia". Y va y hace, chan cha cha chaan, un personaje de una alma oscura, mala asesina ninfómana y lesbiana, consentida y zorrón, y lo peor de todo... secundario. Uy! ¿Alguien dijo encasillamiento? Y pensando pensando, qué tal le sentará mañana a la usuaria del perfume? Ains!!! ¿Dónde están los agentes cuerdos...? ¿Dónde..?

19 octubre 2006

Sandunguera... y Barcelona chinpum

Se acabó la superconvención (40ypico personas, unas veintialgo nacionalidades) que me tenía amarradito a Barcelona. Lástima, llevaba tanto tiempo allí que ya tenía decidido mi voto -¿se puede empadronar uno para 15 días?

El final de fiesta terminó como era de esperar: cena, copazo, dancing queen lililiiiiii la la. Y exactamente igual que cuando mezclas cereales de diferente tamaño y densidad, en las mesas fuimos colocándonos, naturalmente, por afinidades varias. Vamos, que en mi mesa se respiraba sabooor latiiino: colombia, méjico, españa y dos australianos (asustados al principio, pero felices). Fuimos la mesa que más se reía, la que más comió y bebió. Y eso que mi aportación era de las discretas.

Hace ¡¡diez!! años pasé uno de los mejores veranos de mi vida en San Francisco. Vivía en la city y estudiaba en Berkeley: para un economista -recien licenciado- es lo más parecido que se me ocurre a la palabra paraíso. Y yo, que me las daba de europeo e integrado y pin y pan, con quien de verdad tenía afinidad era con los latinos, así en general. La fiesta, las ganas de vivir, la risa y el savoir vivre (ahora estoy estudiando francés) me unía mucho más a todo un continente hispanoparlante que el poderío económico, un estado del bienestar o un renta percapita nada desdeñable. Por aquel entonces Thalía cantaba mujer latina sandunguera, y mejicanos y españoles lo bailábamos sin parar, como el martes en barcelona ocupábamos la barra y la pista.

Ah! Se me había olvidado: por supuesto que teníamos las aportaciones más creativas en los grupos de trabajo. Que no todo va a ser la fête.

17 octubre 2006

¿A donde van los cuadros?

Sigo en Barcelona, resolviendo mis dudas existenciales. Es lo que tiene esta ciudad, que cada día te conoces un poco más.

Con mi ex pareja aprendí a disfrutar, entre muchas otras cosas, del arte moderno - btw, que si me lees, que no creo, gracias!. La diferencia entre nosotros era que en cada cuadro/obra/fotografía/videoistalación de las exposiciones que nos encontrabamos en las multiples exposiciones que visitábamos, ya fuera ésta En la Casa Encendida o en Helisinki, que yo, con mi despiste, trataba a todo por igual, y la observaba detenidamente hasta que decidía si me contaba algo interesante o no. Si era "no", pasaba a otro cuadro. Si, por el contrario, la respuesta era un "sí", me quedaba para diseccionar y extraer cada pensamiento, obra, omisión, color y sentimiento que el artista, en su viaje sideral, hubiera tenido a bien trasladarme. Vamos, que cualquier visita a una colectiva de tres al cuarto nos llevaba horas. :-) (pobre, que paciencia demostró siempre...)

Pero como vengo de una región de renta discreta, ejem, siempre me preguntaba un ¿y qué? ¿Qué pasa después con esta obra? ¿A donde van estos vidéos con gente pegándose, o durmiendo... estos cuadros de manchas de tinta china en camisas de barbies... estas maderas retorcidas puestas en equilibrio sobre cáscara de huevo cocida? Pues lo HE ENCONTRADO!!! He visto una de estas obras en... sí... EN UN RESTAURANTE DE BARCELONA!! Claro.

El sitio en cuestion se llama Carmelita. En pleno Raval, of course. Es un sitio como muy barcelonaconminúscula. La iluminación, a base de bombillas peladas de 60 Wats. Ese sistema que a mi madre le repele, porque sería signo de que no tienes dinero para poner lámparas. Aquí, una modernidad. Que me encanta, oye. Los vasos de beber, los de duralex de mi colegio (¿De dónde los habrán sacado, que estoy seguro que está descatalogado?) Y las servilletas, rollo colegio. De postre, como no podía ser de otra manera, chocolate sobre pan tostado, con aceite y sal. Sabores de la infancia. Sonrisa de adolescente.... y un kilo o dos más en mi edad adulta. Mierda de recuerdo. :)

La exposición es una videoinstalación es de karri kuoppala, Helsinki Black Blook, un documental de unos señores con cara de borrego. Sin comentarios, pero muy correcto para no prestarle atención y pensar que eres un moderno.

Pues eso, que estoy más tranquilo pensando en esos trescientos artistas que exponen cada dos años en Bienalle Venezia, o los doscientos de Arco, o en cada Miam... porque siempre habrá un sitio en Bcn, en el que no se come mal, que pondrá su videoinstalación para que los spaguetti con trufa sea algo mucho más especial. :)

15 octubre 2006

topicos

Soy de la creencia que el tópico, en análisis micro, no existe. Así. Enga pa'lante. Ni las mujeres son sensibles porque sí, si miro a mi alrededor y veo a féminas capaces de comerse el mundo por los pies y no dejar huella, y no precisamente después de fregar. Ni los hombres son ese tipo de animal que no pregunta jamás una dirección, y que no se mira hacia adentro y se cuestiona sobre sus sentimientos y se responde y blah blah blah.

Pero claro: me tengo que reir frente al tópico topicón topicazo.

Sigo aquí, en Bcn, celebrando mi cumple y tal y pascual, y de regalo, a parte de unos preciosos gemelos de plata (elegidos por mi... que me encantan, pero también me encantan las sorpresas, btw) me fui con Mdme Fogg a ver La clemenza de tito. Impresionante escenografía. Impresionante interpretación. Viva Mozart. Viva, viva.

Despues de adquirir unas entradas la mar de majas, ni las mejores, ni las peores, y pagar veinte euros por dos pancitos y sendas copas de cava, todavía te cobran por el programa cinco euros más. (Eso sí, puedes elegir castellano o catalán, dentro de la normalización lingüistica). Y digo yo: ¿y si me cobras 105, crees que dejaré de ir a la opera? ¿Y si sacas a concurso a patrocinadores el programa? ¿Y añades unas entrevistitas y un histórico de otras producciones...? Y metes publicidad aquí y acullá, que no se note mucho... No sé. Como ejemplo, se me ocurre lo que se hace en el Teatro Real!! (Ahora la parte de marketing aquí: un gesto con el tipo que va a tu teatro y que paga una fortunita de tamaño semanal, te juro señor gestor del Liçeu, que apreciará mucho más la obra que va a ver. O cualquier cliente de otro sector. En este momento y cada vez más, la satisfacción del consumidor es clave para conseguir que éste se sienta orgulloso de consumirte. Que muestre y se pavoneé de ser usuario de una marca.

De todas maneras, y como N.B. de La Clemenza, añadir que me dolieron las palmas al aplaudir, y que la gente de mi fila me miraba cuando gritaba bravabrava, y que me encanta ver la burguesía catalana que, de verdad de la buena, entiende de ópera (versus la de madrid, que va porque se ha comprado un bolsete nuevo y no se le ocurre donde lucirlo). Y lo digo, porque no tengo ni guarra de la lírica, pero noto cuando alguien sabe y disfruta. Y de paso, que digo yo que me encanta cada día más esta ciudad, llena de gente guapa, gente buena, abrazos abiertos que te reciben, a mi y a los míos... y que hacen más dulces los cantos de sirena que riman con su nombre.

10 octubre 2006

El poder de dos

Un hecho: estoy obsesionado con las parejas que se dedican al diseño.

Pasé el domingo montado en un autobús que me devolvía a Madrid, y del ipod pasaba a la lectura: deboraba el AD casi con fruición... Para mi que era el aburrimiento. Y para mi sorpresa, me encuentro con un reportaje de Alejandro Zaera, arquitecto español casado con la también arquitectaFarshid Moussavi, mujer iraní de largas piernas y profunda mirada tan intensa como inteligente. Son esas parejas tan atractivas como cosmopolitas. Mientras los árboles se difuminaban en el marco de mi ventana, yo trazaba sus mañanas de café él, ella té, galletas digestive y planos tan grandes como mis sábanas, llenos de cotas y correcciones, sugerencias y mejoras entre caricias y besos. Lo sé: irreal. Pero mi imaginación es así.

Adoro esa imagen bucólica. Y viene de antaño: construida desde el icono de Charles y Ray Eames. El alto, ella bajita. Ambos de mirada aguda y siempre sonriente. Y como decía la copla, casi cantándose el yo blanco y tu tostá, tu de sevilla triana y yo de puerto real. Y con el mismo AD en la mano, me di cuenta que de todas y cada una de las ¿ocho? casas que estaban fotografíadas, en todas, en aboslutamente en todas, aparecía algún mueble diseñado por ellos. Normalmente, aparece el otoman con o sin el lounge. En casa de algún que otro potentado conocido también está el stool. Es increíble cómo el poder creativo se veía incrementado por el amor y el respeto que se tenían. Y esto no es imaginación. Al menos, eso dicen sus biografías. (Aunque reconozco que son algo agiográficas...).

Mientas el bus hacía una parada técnica de atasco tremendo "tejodesyesperasaquidoshorasparado", pensé en otros campeones del amor: mis amigos los gabachos. O mis padres. Y mientras concluía en lo importante que es el respeto por y al ser amado, la constante admiración y el cuasi-fanatismo por el otro, llegué a Madrid. Y mi mirada encontró un punto de referencia, en el que me refugié el domingo y no quiero irme en mucho tiempo. Que buena manera de empezar el año 32.

02 octubre 2006

LOGO-tipados

Que la marca reina, y según qué consumidor también gobierna, es un hecho instrínseco a nuestros tiempos. No voy a revelar nada nuevo aquí, pero hasta el gorro estoy de ver bolsos de Carolina Herrera en el ascensor de mi oficina. ¿Quién y cómo han conseguido instaurar la idea pregrina en las mujeres "profesionales" de Madrid que un CH histérico en una piel de calidad no argumentada es "elegante"?

Luego está esa versión de tengo una tarjeta poderosa, que obviamente no está contra mi cuenta sino contra la de mi marido, de las de jersey que ponga en letras de strass DIOR, pantaloncitos de, pogamos, Chanel, (con logo visible), bolso con mucha LV y frutas varias de maquinita tragaperra, ponte que unos zapatos en los que se lea la Marca por fuera (se me ocurren tantos...) y luego joyas por doquier de tous: osos, flores... Es algo así como: hola, soy la personificación del suplemento dominical que mi marido compra.

Otra cosa que se ha detectado es que, a medida que se tiene mas renta y esta ha permanecido más tiempo vinculada al apellido familiar, las marcas que gustan son las que no tienen distintivo logotipado "excesivo" por fuera, salvo un increible y destacable corte y calidad de la tela. Léase Armani, Hermés, y alta costura de los diores de la vida. Un bolso de Botega no se reconoce si no tienes vista (y tocada y usada) la colección. Y eso dice mucho de la usuaria o del entendido en cuestión.

Y ahora este marquismo se traslada a todos los estamentos y formatos imaginables. Si Mont Blanc hace perfume y gemelos, te encuentras cuadernos que ponen lo-que-sea en la portada para poderlos subir 10 euriquis... o 100 si la marca es rancio abolengo.

La panacea, el rizo que calza y triunfa esta metáfora, es, sin duda, Muji. Es una marca japonesa que significa "no marca". Y los productos destacan por la pureza de sus lineas, el minimalismo (trasnochado) de finales de los 90 y la sencillez de sus productos. La unica manera de adquirir estos productos era en Londres y Paris. Ni siquiera vendían, fácilmente, por internet.

Resumiendo: eras tan molón, que si tenías algo de Muji estabas en pro de no usar nada de marca y lo habías adquirido en tu escapadita pija de fin de semana: ¿se puede ser mas tendencioso y/o pretencioso en la vida? Yo mismo respondo. No. No se puede.

Ahora se han instalado en BCN, rambla cat. 81. Y por supuesto, me tiré a la calle hasta que di con el templo al neopijismoaburguesado. Y me di cuenta que la marca había envejecido una barbaridad, que el concepto estaba quedandonse un poquito obsoleto y que ya no molaba tanto irse con unos cuadernos de 50 hojas a treintaytantos euros debajo del brazo.

Si. Efectivamente, me dejé casi 100 en memeces varias, pero fue una compra más sentimental que compulsiva. Y es que los valores emocionales son una de las mejores armas con las que cuentan las marcas de lujo. Sino que se lo digan a Lancôme haciendo una reedición de sus perfumes más clásicos.

01 octubre 2006

El perdon de los pecados

Hay una cosa de la religión católica que siempre me hizo gracia, que era eso del Perdón de los Pecados. Para que esto pasara, no sólo había que confesarse, sino que el arrepentimiento profundo y verdadero debía darse. Y así, mis amigos quinceañeros (y luego ya no tan adolescentes) pecaban y pecaban porque luego "siempre había tiempo para confesar".

Curioso. Sin duda fue una de las razones por las que dejé de pedir perdón a un cura por lo que hacía. Y comenzcé a reflexionar todas y cada una de mis acciones. Me parecía más licito. Más maduro. Me equivocara o no, siempre podría dormirme tranquilo, porque al fin y al cabo, en ese momento, esa decisión que tomé era la mejor.

Ya. Y qué pasa si la decisión fue terriblemente equivocada. Qué pasa si una frase en un momento, un aire, un gesto nos provocó una decisión que hoy, sin duda, consideramos errónea y mal tomada. ¿Acaso no nos gustaría poder deshacerla? ¿No quisiéramos retroceder y volver a tomar otro camino diferente que nos condujera a otra situación, y no ésta en la que estamos ahora?

Por supuesto, la respuesta es "si quiero" pero la veradad es que "no; no se puede". Y así es, lo que fue, fue, y no hay quien lo cambie. Nos guste o no. Pero si es cierto que si quisiéramos para nosotros una "otra oportunidad", igual sería bueno que no juzgaramos implacablemente al que erró con nosotros. Al fin y al cabo, todos nos equivocamos. Y me gustaría pensar que ser buenos con el entorno terminará por traer cosas buenas para nosotros... a pesar de que a veces parece que nos van a dar el premio a tontolín del año.
HispaLab
HispaLab