Paginas de mi Moleskine

La obsesion de cualquier departamento de marketing, hoy por hoy, es pillar desprevenido al consumidor. Y si este está receptivo, mejor que mejor. Es algo asi como una inseminación in vitro, pero a base de GRPs en vez de espermatozoides, y el ovulo es el monedero del susodicho. Sea.

El caso es que en estos dos ultimos dias, batiendo mi propio limite de resistencia, he estado en el concierto del Jorge Miguel y en el estreno ... bueno, pre-estreno... de arturo brachetti, que estará en el Teatro Nuevo Alcalá, sustituyendo, creo, a Cabaret.

Como obseso de esto que soy, casi obsexo diría yo por lo que me gusta pensar en todas estas cositas del maketing, me sorprende que ni George ni el Arturo estuvieran patrocinados en sitios como, por ejemplo, la espera. 1,2,3, reponda otra vez:

- la espera de la entrada. La epera de la entrada.
- la espera de que comience la obra, ya sentados en las butacas. . La espera de que comience la obra.
- el intermedio. El intermedio
- el momento de volver del intermedio. El momento de volver del intermedio.
- las sillas en las que te sientas. Las sillas.
- las copas del intermedio en el concierto de jorge (¿alguna bebida energética, lease burn quedaría fenomenal... no?). Eso.
- el catering del estreno al que he asistido (QUE DE CAVA LLEVO AHORA MISMO ENTRE PECHO Y ESPARDA). Glups.
- la salida. La guarrilla.
...

Creo que este impacto es cualitativo, sino se abusa, si se hace con elegancia y sentido, dentro del ambiente y el entorno de la marca y el producto. Y como la invitro, siempre se puede disfrutar de ello y conseguir un embarazo "deseado". (espero que no me esté leyendo S.A.R. Letizia... por la suceptibilidad, digo).