Paginas de mi Moleskine

SPOILER (un poco sólo...) de Scoop.

Ayer fui a ver scoop. Leí en alguna publicación que e fin de semana pasado, el del estreno, la recaudación ascendió a 0'9M€: record absoluto de Woody Allen en nuestro país. Yo estoy seguro que no es por la Johanson (sólo, que se lo merece, btw) o por Lobezno (idem), sino por la IMPRESIONANTE película anterior: Match Point. Mi padre, que es la persona más inteligente y cabal que conozco, me acompaño a su estreno, se quedó boquiabierto y fascinado. Y se pasó días hablando del guión, los actores... Extrapolando, digo yo que al resto de la población española -que es de la que comemos todavía- le pasaría lo mismo.

En cambio Scoop no vale mucho, por cierto. A mi me ha sonado como al típico Cd recopilatorio que saca un grupo: como estaba en el contrato con la discográfica... Y el extra que graban suele ser malo. Bastante. A Scoop le pasa igual. Hay una escena que es graciosa, que es que Allen se mata. Es macabra, pero graciosa.

El caso es que yo venía escandalizado de la publicidad encubierta que tiene la peli. A saber, y sin orden ni importancia: Coca Cola (marca que ella constantemente bebe y una la verbaliza), cerveza Cobra (la reina en India, y de la que se ve groseramente su logotipo en la escena del restaurante Indio), Chopard (planazo de la caja que guarda la joya que el chico le regala en el parque, comentarios de la estupenda pieza y planitos cortos de la misma), Smart (se da el hostión y se mata, pero bueno, el coche sale y no poco) y después vistazo y enga de vistazo de bares y mas bares de sitios: el hotel , los restaurantes, las cafeterías, los pubs...

Salir retratado por Woody Allen, con el predicamento que tiene en Europa y entre la gente con dinero de EEUU (aquellos que pueden permitirse el escaparse un ratito a Londres) justifica cada dolar que les ha costado a estas marcas el aparecer esos segundos en el metraje: lástima que la peli sea tan facilona, que al estar firmada por quien está, la convierte en mediocre y prescindible.

Hablando con mi amigo El Galego, por otras cosas de la vida, y mientras enjugaba mis quejidos de niño-rana consentido que le sigue rascando las cosas del corazón, le comenté lo burdo y brutal que es la publicidad tan mal hecha, a lo que el sin par Carlos me preguntó un: ¿de qué publicidad en la peli me hablas?

Entonces me di cuenta que lo que prentenden, jugar con el subconsciente, funciona. El consumidor lo registra y la cabeza hace el resto. Pero nosotros, obsesionados con el "ir más alla", piamos y exigimos mucha más integración, cuando en el fondo está "perfecta".

Nada, pues eso, que los de marketing estamos un poco enfermos, pero eso ya lo sabíais.